Los padres de Arlet hacen entrega de la quinta y última Beca Arlet Vila para investigar el neuroblastoma

Cuando tenía tan solo 18 meses, la pequeña Arlet fue diagnosticada de un neuroblastoma muy agresivo. La enfermedad la obligó, a ella y a su familia, a pasar gran parte de su vida en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. A los 5 años, una progresión inesperada del cáncer dejó a la valiente con la única esperanza de poder recibir un tratamiento experimental en un centro sanitario en los Estados Unidos. Concretamente, en la ciudad de Nueva York. 

En aquel momento, la familia de Arlet, con el apoyo de la Asociación NEN, puso en marcha una campaña solidaria bajo el nombre "Tot és possible, Arlet" con el objetivo de recaudar los fondos necesarios tanto para el viaje como para el tratamiento. Todo Berga, municipio de la pequeña y su familia, se volcó. Varias entidades y particulares organizaron eventos solidarios y entre el esfuerzo de todos, se lograron reunir 120.000 euros para la cura de Arlet. Por desgracia, su estado empeoró mucho en poco tiempo y la pequeña valiente falleció antes de poder emprender el viaje a Nueva York. 

Cuando los padres decidieron emplear la recaudación solidaria a la investigación, nació la Beca Arlet Vila. Con el importe, desde el octubre 2020, el dinero ha financiado la labor de la Dra. Marta García en su proyecto sobre la resistencia a la quimioterapia del neuroblastoma de alto riesgo. En total, han sido 5 años en los que la beca se ha ido renovando. Coincidiendo con la entrega del quinto y último año de la beca, los padres de Arlet, acompañados del presidente de la Asociación NEN, se han reunido con las investigadoras del SJD Pediatric Cancer Center Barcelona para ver cómo ha avanzado el estudio en este lustro.

El primer paso y objetivo del proyecto era identificar el mecanismo molecular que existe cuando un paciente adquiere resistencia al tratamiento con la voluntad de identificar los genes que pueden jugar un papel clave en la tolerancia inducida por la quimioterapia. Actualmente, la Dra. Marta García trabaja con células in vitro y ensayos en vivo para descifrar cómo bloquear los genes identificados como claves. Por otro lado, el segundo abordaje, ha consistido en identificar fármacos que sean más sensibles en las células quimioresistentes. Para ello, se ha testado una librería de más de 2.400 fármacos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los cuales se han seleccionado 4 por ser mucho más sensibles que el resto. El siguiente paso, pues, será probar su eficiencia en el tratamiento del neuroblastoma refractario.