La iniciativa ha podido recaudar 240.000 euros para la investigación del cáncer en un 2020 marcado por la pandemia
El valor de la iniciativa Pulseras Candela es incalculable para el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. No sólo por los 2.854.122 euros que ha aportado a la investigación del cáncer infantil en siete años, sino también por el trabajo de difusión, sensibilización y movilización de la sociedad. Y este 2020, un año fatídico para las donaciones a nuestro hospital, los 240.000 euros que han conseguido nos permitirán seguir adelante con seis proyectos de investigación.
La Covid-19, el confinamiento y las medidas sanitarias impidieron que la Asociación Pulseras Candela contara con sus principales medios de captación de fondos y que éstos disminuyeran un 60% respecto al año anterior. Aun así, cuando hablamos de las pulseras trenzadas de colores que gran parte de la población lleva en su muñeca, esta cantidad es igualmente muy significativa y nos ayudará muchísimo en nuestros proyectos de investigación.
Los fondos conseguidos en 2020 se repartirán en seis proyectos que dan esperanza a los niños que sufren cáncer y a sus familias: Terapia de precisión en oncología infantil; Análisis de los factores pronósticos de fracaso del tratamiento tras terapia con células CART-T en pacientes pediátricos con leucemia; Nueva línea de investigación del retinoblastoma; Identificación de los mecanismos de metástasis del osteosarcoma; Inmunoambiente del retinoblastoma; y el proyecto Modelos de mosca Drosophila para estudiar las alteraciones genéticas del sarcoma de Ewing.
Entre todos los colaboradores de Pulseras Candela, cabe destacar a Policías por y para los valientes, que con su campaña "Yo soy Futuro," aportaron más de 74.000 euros en este año tan difícil. Las circunstancias que vivimos a causa de la Covid-19 no podrán frenar esta iniciativa que crece cada año y que cuenta con la colaboración de 639 voluntarios y 772 comercios solidarios que distribuyen las pulseras. Además de la ayuda de residencias de la tercera edad, escuelas, centros cívicos y centros penitenciarios, que esperamos que muy pronto que puedan volver a colaborar.
Pulseras Candela se inició con el impulso i la ilusión de dos niñas de Benicarló que querían ayudar a su amiga Candela, entonces hospitalizada con un diagnóstico de Leucemia. Para hacerlo, empezaron a elaborar y distribuir unas pulseras de colores que Candela había aprendido a hacer en el Hospital. Y así, este gesto surgido del amor y de la amistad ha contagiado a miles de personas que sienten que solo con la solidaridad y la lucha conjunta podremos seguir investigando y avanzando.