Los niños y adolescentes que tratamos tienen dificultades para conciliar o mantener el sueño, así como excesiva somnolencia durante el día. En un tercio de los casos no sólo hay un problema de hábitos y es necesario descartar algunas patologías. Entre los problemas que tratamos habitualmente se encuentran los siguientes.
Trastornos
Apnea obstructiva del sueño (SAHOS)
No cubierto por la sanidad pública
Terrores nocturnos y sonambulismo
No cubierto por la sanidad pública
Narcolepsia
No cubierto por la sanidad pública
Piernas inquietas
No cubierto por la sanidad pública
Movimientos rítmicos durante el sueño
No cubierto por la sanidad pública
Enfermedades crónicas
No cubierto por la sanidad pública
Pruebas diagnósticas
Cuando lo consideramos necesario para confirmar o descartar alteraciones o patologías realizamos alguna de las siguientes pruebas:
Test de latencias múltiples
No cubierto por la sanidad pública
Polisomnografía nocturna
No cubierto por la sanidad pública
Actigrafía
No cubierto por la sanidad pública