Se trata del primer estudio científico que aborda la relación entre la dieta mediterránea y el TDAH, trastorno psiquiátrico más frecuente en la infancia y la adolescencia
Los patrones alimentarios de la dieta mediterránea pueden estar relacionados con un diagnóstico menor del trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), según destaca un estudio publicado en la revista Pediatrics que han dirigido José Ángel Alda, jefe de sección en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y María Izquierdo Pulido, profesora de la facultad de farmacia de la Universidad de Barcelona.
El estudio es el primer trabajo científico que aborda la relación entre la dieta mediterránea y el TDAH. En él han participado un total de 120 niños y adolescentes, 60 de ellos diagnosticados de TDAH y 60 como grupo de control. Su seguimiento puso de manifiesto que los niños que presentaban TDAH ingerían con más frecuencia comida rápida, consumían más dulces y bebidas azucaradas que los niños que no tenían este trastorno.
Los resultados del estudio sugieren que algunos hábitos alimentarios inadecuados podrían tener un papel en el desarrollo del TDAH. No obstante, los autores del trabajo apuntan que habrá que desarrollar más investigaciones para determinar si existe una relación de causa-efecto. Los mecanismos que vinculan una dieta de baja calidad y el TDAH aún son desconocidos. Estudios científicos previos han relacionado algunos patrones dietéticos, como consumo de alimentos procesados, bajo consumo de frutas y verduras, con el diagnóstico de TDAH. También se sabe que un patrón alimentario desequilibrado puede conducir a deficiencias en nutrientes esenciales para el desarrollo cognitivo y físico como el hierro, zinc, magnesio o ácidos grasos omega-3 y que parecen tener un papel esencial en la etiología del TDAH.
Los autores del estudio creen que la relación entre una dieta no saludable y el TDAH puede ser una muestra de causalidad inversa. Actualmente no se sabe si los niños con TDAH tienen síntomas más graves por una alimentación inadecuada o si es el trastorno lo que les lleva a comer un exceso de grasas y azúcares para equilibrar sus rasgos de impulsividad o angustia emocional. Los autores del trabajo consideran que es un círculo vicioso: que la impulsividad de los niños con TDAH les lleva a alimentarse de una forma inadecuada y, por esta razón, no ingieren los nutrientes que necesitan y eso empeora los síntomas.
El trastorno de déficit de atención con hiperactividad afecta a cerca del 3,4% de niños y adolescentes en todo el mundo. Es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes en la primera infancia y adolescencia, y sus consecuencias se pueden alargar hasta la edad adulta. Los síntomas principales son la hiperactividad, la impulsividad y el déficit de atención, que se manifiestan con más intensidad que en niños de la misma edad sin este trastorno. Actualmente, la intervención combina el tratamiento psicológico, el farmacológico y la intervención psicopedagógica.