"El equipo de oncología ha logrado que el neuroblastoma de nuestro hijo entre en remisión: estamos muy agradecidos"
Maryan, diagnosticado de neuroblastoma de grado 4 con un año y medio, ha recibido tratamiento de quimioterapia, cirugía, radioterapia e inmunoterapia en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Maryan llegó al Hospital Sant Joan de Déu Barcelona cuando tenía casi dos años. El verano de 2019, tras unos días de vacaciones con su familia, el pequeño empezó a encontrarse mal, con molestias y fiebre. En el hospital de origen, en Ucrania, detectaron mediante una ecografía abdominal que el pequeño tenía un tumor: se trataba de un neuroblastoma de alto riesgo de grado 4. Tras recibir el diagnóstico, la familia consultó qué opciones había para tratar al niño. Rápidamente consideraron que la solución era viajar fuera de su país de origen para salvar la vida del pequeño, ya que allí Maryan no podía recibir el tratamiento adecuado que le ofreciese posibilidades de sobrevivir.
Pocos días después del diagnóstico, todos los amigos, familiares y conocidos del pequeño y su familia empezaron a buscar qué opciones había disponibles en los hospitales internacionales: desde Israel y Turquía hasta España, Alemania, Polonia o Bielorrusia. Finalmente se decantaron por el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, recomendado por el entorno cercano y especialistas en oncología.
La terapia de inducción y la inmunoterapia, los tratamientos óptimos para el caso de Maryan
Tan solo una semana después de contactar con el Departamento de Pacientes Internacionales, la familia aterrizó en Barcelona con el objetivo de que el pequeño fuese tratado en el Área de Oncología. "Desde el principio nos explicaron muy bien qué protocolo íbamos a seguir y por qué razón era conveniente seguir el tratamiento que le iban a dar a nuestro hijo". El niño recibió inicialmente varios ciclos quimioterapia, para reducir el tamaño del tumor, y luego fue sometido a una cirugía para extirpar la totalidad del mismo. Después, fue tratado con radioterapia e inmunoterapia (naxitamab) en el proceso de consolidación.
El tratamiento en el hospital duró un año y, según la madre del pequeño, a pesar de la dureza del mismo, todo ha ido bien: "La atmósfera siempre ha sido amable y los médicos han sido positivos. Maryan ha soportado bien el proceso e incluso en los peores días, durante los ciclos de quimioterapia, aunque se encontrase mal se levantaba para bailar y cantar. Supongo que su carácter lo ha ayudado a superar la enfermedad".
El pequeño entró en remisión la primavera de 2020 y pudo volver a casa con controles trimestrales para ver si se mantenía la buena evolución que había tenido hasta entonces, y que sigue favorable hasta el momento. "Estamos muy satisfechos con la atención recibida, así como con los medicamentos administrados y las pruebas de seguimiento", explica Yaroslava, la madre de Maryan, que añade: "En los casos en los que el niño participa en un ensayo clínico, se firma una documentación y se explica de forma muy clara en qué consiste. Nosotros en todo momento hemos tenido claro cómo iban a ser los procedimientos, y qué fármacos se le iban a dar a nuestro hijo. Estamos muy agradecidos".