“La cirugía y la quimioterapia nos permiten cortar las ramas del tumor; la terapia dirigida, en cambio, va a la raíz del problema”

Jaume Mora, director científico del SJD Pediatric Cancer Center Barcelona, señala en esta entrevista lo que será en el futuro el abordaje del cáncer infantil.
Jaume Mora, director científico del SJD Pediatric Cancer Center Barcelona y jefe del grupo de investigación Sarcomas y Neuroblastoma del Institut de Recerca Sant Joan de Déu, es el único investigador español que ha obtenido dos prestigiosas becas Fero. En 2009 recibió la primera beca que esta fundación ofrecía a jóvenes investigadores. Dieciséis años después, ha obtenido la IV Beca Dr. Baselga para investigadores consolidados.
Mora lleva años defendiendo la existencia de centros específicos para el tratamiento e investigación de la oncología infantil porque, según explica, “el cáncer infantil no tiene nada que ver con el cáncer de adulto”. “Los tumores del desarrollo se originan durante la etapa fetal —señala—. Todos los niños que desarrollan un tumor del desarrollo nacen con estas alteraciones, con estas células preneoplásicas que darán lugar al tumor en algún momento durante el crecimiento postnatal, en función de la maduración del órgano afectado. Nos ha costado veinte años demostrarlo, pero ahora ya lo tenemos bien demostrado. Este hecho hace imprescindible una investigación específica para el cáncer infantil y justifica la existencia de centros como el SJD Pediatric Cancer Center Barcelona.”
¿En qué punto se encuentra la investigación del cáncer infantil?
Ahora sabemos que los tumores del desarrollo se deben a mutaciones genéticas que se producen en una célula madre embrionaria. También conocemos en qué condiciones celulares se encuentra la célula madre embrionaria de origen en su proceso de diferenciación cuando se detiene o queda bloqueada por la mutación inicial. Y esto es muy importante porque nos abre la posibilidad de revertir este bloqueo y, al hacerlo, detener el crecimiento del tumor de una manera muy dirigida y no tóxica. No pretendemos matar esas células madre, sino desbloquearlas para que continúen su proceso de diferenciación normal.
¿De qué manera?
Actualmente, cuando un paciente llega con un tumor muy grande, lo extirpamos mediante cirugía y le administramos quimioterapia y radioterapia para eliminar las células tumorales visibles. Pero ahora queremos ir más allá, atacar la raíz del problema, actuar sobre la célula madre que es capaz de reproducir nuevas células cancerosas y repoblar el tumor (recaída). Para decirlo de manera gráfica, la cirugía y la quimioterapia nos permiten cortar las ramas del tumor, pero la terapia dirigida va a la raíz del problema: actúa sobre la célula madre para evitar que el tumor vuelva a reproducirse. Y esto se puede hacer de dos maneras: con inmunoterapia, activando el sistema inmune, o con terapia dirigida, administrando un fármaco que desbloquee la célula madre para que continúe su proceso normal.
¿En qué tumores es eficaz?
La inmunoterapia está mostrando eficacia en algunos tipos de leucemia, en neuroblastomas y linfomas, pero probablemente no nos ayudará en todos los tumores, como los sarcomas. Creemos que en los sarcomas la terapia dirigida será especialmente útil, y el rabdomiosarcoma es un ejemplo.
Acaba de recibir la IV Beca Dr. Baselga Fero para investigadores consolidados, dotada con 300.000 euros, para la investigación del rabdomiosarcoma.
Los rabdomiosarcomas los tratamos ahora igual que hace 30 años, y conseguimos curar al 70%. Pero un porcentaje muy importante de los pacientes que se presentan con metástasis o los que recaen mueren.
Muchos equipos de investigación han probado cosas, pero nada ha funcionado. Ahora, gracias al trabajo de nuestro grupo, sabemos que la proteína PRKG1 tiene un papel importante en el desarrollo de este tumor porque bloquea el proceso de diferenciación en la línea muscular que debería seguir la célula madre. PRKG1 es una enzima de tipo quinasa que se puede inhibir con fármacos y de esta manera restablecer el proceso de diferenciación. Conocido el mecanismo que bloquea, ahora queremos desarrollar un inhibidor específico de PRKG1 y sentar las bases del primer ensayo clínico guiado por PRKG1 en rabdomiosarcoma.
El papel de las familias ha sido clave en la investigación de este tumor. Fue gracias a la donación de la familia de Cristina, una paciente que falleció, que se impulsó esta investigación.
Todos los descubrimientos que hemos hecho en el Hospital, todos, han sido, de una u otra manera, impulsados y motivados por los apoyos recibidos de las familias. Y el caso del rabdomiosarcoma es muy paradigmático. Nosotros iniciamos la línea de investigación de este tumor gracias a la tenacidad de la familia de Cristina. Comenzamos desde cero y hemos tenido que aprender mucho sobre la biología de estos tumores. Finalmente, y gracias al talento de Estela Prada, primera autora del estudio, hicimos este descubrimiento que podremos seguir desarrollando gracias al apoyo de Fero. Ahora recibimos muchos premios y reconocimientos, pero el impulso inicial que nos ha permitido llegar hasta aquí ha sido el de las familias. Ha ocurrido con el rabdomiosarcoma, pero también con el retinoblastoma, el neuroblastoma, el DIPG, el sarcoma de Ewing y otros.
¿Cómo imagina el futuro del cáncer infantil?
Cada vez se empieza a hablar más y más abiertamente en términos de prevención. Expertos de todo el mundo comienzan a pensar en sistemas de prevención masivos en la población, con la posibilidad, por ejemplo, de realizar cribados neonatales para evitar que los niños que han nacido con la clon pretumoral terminen desarrollando el tumor (la leucemia, el meduloblastoma, el DIPG o el sarcoma de Ewing…).
En Texas, un investigador está iniciando un programa en recién nacidos que consiste en realizarles una resonancia del cerebro, porque el meduloblastoma, que es el tumor maligno cerebral más frecuente en pediatría, se origina a partir de una alteración que se produce en una parte muy concreta del cerebro y que podría tratarse precozmente con una terapia dirigida o mediante cirugía.
Todo esto representa un cambio de paradigma muy relevante. Veremos en qué casos se podrá hacer y en cuáles no, porque en algunos quizá no será posible, pero el futuro es esperanzador.



