La termoablación por radiofrecuencia permite destruir localmente el tumor aplicándole temperaturas por encima de los 50 grados, y la crioablación consigue el mismo fin mediante temperaturas por debajo de los 20 grados
Actualmente, el arsenal terapéutico para combatir un tumor va más allá de la cirugía convencional. Incluye también otras técnicas como la crioablación, que permite destruir localmente el tumor mediante frío, o la termoablación por radiofrecuencia, que consigue el mismo fin mediante calor.
Con la ayuda y guía de las imágenes obtenidas de un TAC o una resonancia magnética, el equipo que realiza el procedimiento quirúrgico introduce unas agujas en la zona afectada por el tumor para someterlo a temperaturas por debajo de los 20 grados en el caso de la crioablación, o por encima de los 50 grados, en el caso de la termoablación por radiofrecuencia.
Estos tratamientos presentan diversas ventajas: requieren una corta estancia hospitalaria; son, generalmente, bien tolerados por el paciente; y se pueden aplicar reiteradamente, en caso necesario.
El Hospital Sant Joan de Déu Barcelona los utiliza desde hace años para el tratamiento de algunos tumores óseos benignos y, con fines paliativos, en algunos tumores malignos en los que la cirugía no está indicada porque el tumor se encuentra en una zona de difícil acceso o está muy diseminado.
Una opción terapéutica para tumores óseos benignos
Profesionales de radiología intervencionista y de cirugía tumoral musculo-esquelética del Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona han aplicado hasta ahora la crioablación en tumores óseos, un ámbito en el que el conocimiento acumulado en cáncer de adultos es menor. Actuar sobre el hueso es especialmente delicado porque puede sustentar estructuras de peso y puede comportar el riesgo de fracturas.
Sant Joan de Déu es uno de los pocos centros de España que la utiliza como alternativa a la cirugía convencional para el tratamiento de tumores óseos benignos como los condroblastomas y osteoblastomas, habitualmente localizados en los extremos de los huesos largos o columna vertebral.
Los profesionales de radiología Intervencionista ya han tratado mediante crioablación percutánea más de una veintena de pacientes afectados de tumores musculoesqueléticos. Su experiencia ha sido publicada en la revista Insights Imaging.
Indicaciones en tumores malignos
Hasta ahora, la crioablación ha permitido a los profesionales del SJD Pediatric Cancer Center vencer la resistencia de algunos tumores malignos diseminados en riñón y pulmón. Combinada con quimioterapia, ha permitido aumentar la eficacia del tratamiento, incluso con resultados inesperados, como la curación de un tumor de Wilms en un niño para el que no había opciones terapéuticas. De igual manera, han recurrido a la termoablación por radiofrecuencia para superar la resistencia a la quimioterapia de algunos tumores con invasión del hígado.