"En todo momento me he sentido informada y acompañada, viendo cómo mi hija recibía los mejores cuidados en la Unidad de Cuidados Intensivos"

Cuesta de imaginar, viendo el aspecto de María ya recuperada, que hace apenas tres meses esta bebé estuvo a punto de morir como consecuencia de un virus respiratorio. María llegó a urgencias con su madre, Cristina, que decidió ir al hospital cuando empezó a detectar dificultad respiratoria en la pequeña. "Mi padre, que es médico, rápidamente me alertó y no dudamos en subirnos al coche para venir aquí. Sin embargo, la situación se complicó mucho en cuestión de pocos minutos y María dejó de respirar" relata aún asustada la madre. 

Cuando llegaron al Hospital, el equipo atendió inmediatamente a la bebé, de tan sólo tres semanas de vida, que se encontraba en situación de paro cardiorrespiratorio. "Inmediatamente el equipo de Urgencias y el de UCI Pediátrica atendieron a mi hija y procedieron a reanimarla en muy pocos minutos, afortunadamente, con éxito", recuerda Cristina. "Mi padre es cirujano pediátrico y ya en las primeras horas de la atención a María me dijo que podía estar tranquila porque el equipo mostró una gran profesionalidad" añade.

Tras la primera atención de emergencia, el cuadro clínico de la niña, que estaba en una situación de gravedad por bronquiolitis aguda con complicación, requería el ingreso en la UCI pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. "Estuve más de una semana en la UCIP sin salir apenas para nada", explica la madre de la pequeña, "sólo iba a comer o rezar un poco a la capilla los ratos que no podía estar con María. En todo momento me he sentido informada y acompañada, viendo cómo mi hija recibía los mejores cuidados", resume Cristina. La madre de la bebé, con convicciones religiosas, solicitó también bautizarla durante las primeras horas de ingreso en la UCIP, algo que el Servicio de Atención Espiritual y Religiosa le facilitó rápidamente. 

El caso de María: una complicación de bronquiolitis aguda poco frecuente pero grave

Uno de los doctores que atendieron a María, Ignacio del Castillo Velilla, explica que este caso ejemplifica la situación más grave que puede producir una bronquiolitis aguda causada por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS). "Este virus, que en población adulta y niños mayores es una infección que cursa como un catarro común, en niños muy pequeños (como era el caso de María, que tenía menos de un mes) puede resultar grave. Otros factores de riesgo son la prematuridad, la cardiopatía asociada o la displasia broncopulmonar. De los ingresos en la UCIP por bronquiolitis aguda asociada a VRS, un 10-20 % de los casos presentan apneas respiratorias (sobre todo los que tienen patología previa) y un 1-3 % de los casos presentan un paro respiratorio, algo poco frecuente pero muy grave".

Tras el primer ingreso en la UCIP, el equipo de Neurología contactó con la familia para hacer un seguimiento de la evolución de la María, que fue dada de alta con tan solo un mes de vida. También el equipo de fisioterapia le sugirió hacer seguimiento de la evolución respiratoria de la pequeña y también de su recuperación física tras el ingreso en cuidados intensivos. Pero poco tiempo después, la situación se volvió a torcer y la pequeña tuvo que volver a ingresar, en esta ocasión por un rinovirus. 

"Esta vez el cuadro no era tan grave, pero María tuvo que volver a ingresar en UCIP porque todavía no estaba totalmente recuperada del virus anterior y le volvía a costar respirar", explica Cristina. "En este reingreso que no me esperaba, me di cuenta de las consecuencias psicológicas que arrastraba por haber presenciado anteriormente el paro cardiorrespiratorio de mi hija. Rápidamente el equipo médico y de enfermería de UCIP detectó la situación y me ofreció soporte psicológico, algo que agradecí muchísimo", explica la madre de la bebé. "El equipo de enfermería estuvo muy atento en todo momento: quiero reconocer su trabajo, así como la atención a situaciones complejas que hemos recibido por parte del equipo médico. Ha sido un privilegio que mi hija haya sido atendida en este hospital", añade Cristina.  

Actualmente la pequeña está recibiendo seguimiento por parte de varios servicios del Hospital, como Neurología y Rehabilitación y Medicina Física. "Con muy poco tiempo de vida, María ha vivido una situación muy grave para un bebé y yo me quedo con una experiencia vital muy fuerte, en un hospital en el que han salvado la vida de mi hija gracias a su experiencia y a la tecnología disponible", concluye Cristina. "Con nuestro testimonio también me gustaría sensibilizar sobre cómo es un caso grave de VRS para que, como sociedad, tomemos consciencia de los riesgos que puede entrañar para un bebé de poco tiempo como María".